(Madrid).- El director del Comité Educativo de ESMO, Andrés Cervantes, destacó las novedades en tumores gastrointestinales y genitourinarios.

Qué balance hace del Congreso?
El programa del Congreso tiene dos pilares fundamentales. La parte de educación donde se traen las novedades conceptuales, la tecnología, la manera de abordar las enfermedades, y la parte científica, el programa basado en los abstracts. Este año ha habido 3.300 abstracts. Este palacio de congreso solo nos permitía exponer 1.500 abstracts. La calidad del programa era tan grande y la cantidad de estudios que iban a cambiar la práctica clínica son tan relevantes que decidimos hacer tres sesiones presidenciales.

Cómo se traslada el conocimiento adquirido aquí al día a día del médico?
ESMO no solo tiene el congreso como una plataforma para traer innovación, sino para educar entre congreso y congreso en las novedades que se han producido.

Qué novedades se han producido en cáncer gastrointestinal?
En cáncer gastrointestinal ha habido un esfuerzo internacional plasmado en el acuerdo IDEA. El tratamiento adyuvante se basa en seis meses de oxiloplatino y flúor. La adición de oxiloplatino supone un paso importante porque la supervivencia mejora entre un dos y un seis por ciento. Sin embargo, oxiloplatino tiene neurotoxicidad y el 11 por ciento de los pacientes pierden habilidad en las manos y en los pies. Este grupo de investigadores han reunido 13.000 pacientes en diferentes estudios, en los que han recibido tres o seis meses de este fármaco. El objetivo era comprobar si se reducía toxicidad y no se perdía la mejora de la supervivencia. La colaboración ha permitido concluir que muchos pacientes que reducir el tratamiento no pierde eficacia y ayuda a que sea más tolerable.

Y en el caso de genitourinario?
Hemos tenido dos presentaciones muy relevante. La primera es en cáncer de vejiga. Cuando se produce metástasis el tratamiento clásico es la quimioterapia, pero si falla no hay segundo tratamientos. Se ha presentado un estudio con ramucirumab, un inhibidor de la angiogénesis. Este estudio demuestra que mejorar el control de la enfermedad, aumenta la tasa de respuestas y la posibilidad de que la enfermedad se controle durante más tiempo. Es importante porque es la primera vez que una terapia dirigida se introduce en cáncer de vejiga.

En cuanto a cáncer de riñón?
Aquí las terapias dirigidas tienen eficacia en cáncer renal y son ahora el tratamiento estándar. En un estudio internacional se ha elegido sunitinib, que es un antiangiogénico. Los pacientes que reciben este tratamiento tienen una mejora en la supervivencia. Los pacientes se han randomizado entre tratamiento con sunitinib frente a una combinación de inmunoterapia. En los pacientes más graves, que son más de tres cuartas partes de los pacientes, la inmunoterapia supera la terapia dirigida. El 70 por ciento que recibe inmunoterapia está vivo a los dos años y medio o a los tres años. En los tumores de bajo riesgo, en cambio, funciona mejor la terapia dirigida.

Fuente: Gaceta Médica