(Buenos Aires).- Pasaron casi 19 meses desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró una pandemia por el surgimiento de un nuevo coronavirus en Wuhan, China, que pronto se extendió a todo el mundo.

Su impacto en la salud mental de las poblaciones se tradujo rápidamente en desesperanza y emociones extremas: ansiedad, angustia, ataques de pánico, depresión, dificultades para dormir, irritabilidad, aumento del consumo de bebidas alcohólicas, tabaco y trastornos en la alimentación.

Este año, el 10 de octubre, el Día Mundial de la Salud Mental cobra una trascendental importancia en un contexto postpandémico en el que crecen los pedidos de atención psiquiátrica y psicológica. La fecha fue instituida en 1995 por la Federación Mundial para la Salud Mental y la OMS con el propósito de contribuir a la toma de conciencia acerca de los problemas de salud mental y a erradicar los mitos y estigmas en torno a este tema.

En octubre del año pasado, la OMS publicó un estudio que reunió a 130 países en el que indicaba que más del 60% de los países señaló perturbaciones de los servicios de salud mental destinados a las ‎personas vulnerables, incluidos los niños y los adolescentes (72%), las personas mayores (70%) y las ‎mujeres que requieren servicios prenatales o postnatales (61%). ‎Por eso, la OMS destaca la necesidad urgente de ‎incrementar la inversión en un sector afectado por un déficit crónico de financiación.

Argentinos atravesados por la pandemia

El encierro, el duelo, el miedo al virus y la incertidumbre laboral y personal causados por la pandemia de Covid-19 impactaron fuertemente en el bienestar psicológico de los argentinos. Según el informe Balance 2020 e impacto en la salud mental, realizado por el Observatorio de Psicología Social Aplicada (OPSA) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), el número de personas con riesgo de tener un trastorno psicológico grave creció en el país del 4,8% de la población en marzo 2020 al 7,2% en mayo, subió al 8,1% en julio y concluyó en un 10,4% en octubre.

El número de personas con riesgo de tener un trastorno psicológico grave creció en la Argentina del 4,8% de la población en marzo 2020 al 10,4% en octubre del mismo año, según el trabajo del Observatorio de Psicología Social Aplicada (OPSA) de la UBA.

Las principales preocupaciones de los argentinos son la salud física, la situación económica personal y la salud mental, con porcentajes similares de respuestas. Las mujeres manifiestan una mayor preocupación por su salud física, mientras que los hombres lo hacen por su economía. Los más jóvenes presentan preocupación más alta por la economía personal y la salud mental, a diferencia de los adultos mayores que se sienten más preocupados por su salud física.

El trabajo del OPSA -realizado en marzo de este año en base a 3.078 casos de grandes conglomerados del país- indica que el 60% de la gente señala estar algo peor o mucho peor que antes de la pandemia.

Además, el 28% manifiesta que su visión y expectativas respecto de su futuro han sido afectadas negativamente por la crisis pandémica: un 19% siente que su vida será más dura y difícil que antes, mientras que un 9% manifiesta que su perspectiva de futuro ha cambiado drásticamente y se siente desesperanzado y con angustia con respecto a cómo seguirá su vida.

La pandemia hizo que los ataques de pánico se dispararan. De acuerdo con datos de la Asociación Argentina de Trastornos de Ansiedad, los ataques de pánico afectan a 1 de cada 30 argentinos, o sea, más de un millón, y se inician por lo general entre los 20 y 30 años de edad.

Un estudio de expertos la Universidad de California, Estados Unidos, especialistas en el seguimiento de las necesidades de salud del público, detectó evidencia de un récord en posibles ataques de ansiedad o ataques de pánico con motivo de la pandemia y sus consecuencias, mediante el análisis de las búsquedas en Google, según publican en la revista JAMA Internal Medicine.

Encontraron que, entre mediados de marzo y principios de abril de 2020, hubo 375.000 búsquedas adicionales en Google sobre la ansiedad o los ataques de pánico respecto de lo que normalmente se prevería.

Otro estudio publicado por la revista científica Plos One señala que uno de cada cinco profesionales sanitarios ha experimentado algún tipo de trastorno de salud mental a causa de la pandemia. Concretamente, señala que entre los profesionales sanitarios un 27% experimentó depresión, un 22,1% ansiedad y un 21,5% trastorno de estrés post traumático (TEPT).


Fuentes
Organización Mundial de la Salud (OMS); “Balance 2020 e impacto en la salud mental” – Observatorio de Psicología Social Aplicada (OPSA) de la UBA; Revista científica Plos One; revista JAMA Internal Medicine.

Toda esta información tiene por objetivo contribuir a la concientización y al conocimiento por parte de la comunidad sobre diversos temas vinculados al cuidado de su salud. Sin embargo, bajo ningún punto de vista intenta reemplazar el diálogo médico-paciente, que es uno de los espacios más valiosos para conocer en profundidad sobre éste y muchos otros temas, preservar la salud como estado de bienestar general, prevenir el desarrollo de enfermedades, acceder al adecuado diagnóstico de determinados cuadros e iniciar el tratamiento que el profesional de la salud sugiera y consensue con el paciente.

Fuente: CAEME